Con el inicio de los Juegos Olímpicos de Pekín cada vez más cerca, las polémicas a nivel político y deportivo no dejan de sucederse. Es conocido el reclamo de los militantes pro Tibet para pedir por el fin de las constantes represiones y desigualdades que el pueblo del sur asiático está sufriendo. En el plano deportivo, además, la avalancha de récords mundiales rotos en las competencias preparatorias de natación es otra incógnita que no deja de crecer, con cada nueva marca hecha añicos gracias a la ayuda del último traje de baño de la empresa Speedo.
A esto habrá que agregarle la última declaración del presidente de la FIFA, Joseph Blatter, quien días atrás descartó la posibilidad de una apertura del torneo de fútbol olímpico a todos los jugadores.
De esta manera, el mandamás suizo cerró puertas y ventanas a los anhelos de Jacques Rogge, presidente del Comité Olímpico Internacional (COI), quien afirmó que esperaba que “todas las estrellas del fútbol participen (algún día) en los Juegos Olímpicos”.
“Cuando el fútbol envía a sus mejores jugadores de menos de 23 años, tenemos un torneo de buena calidad”, afirmó Blatter, quien, por si no quedaron claros los tantos, especificó: “la tendencia en la FIFA es que nos alejemos de los Sub 23 y que participen selecciones juveniles”.
La postura es evidente. Si se permite la participación irrestricta de todos los jugadores profesionales, surgen como mínimo, dos inconvenientes de suma importancia. Por un lado, los clubes más grandes de Europa, que ya están poniendo trabas para ceder por ejemplo, a Sergio Agüero o Martín Demichelis, pondrían el grito en el cielo por el apretado calendario que deberían cumplir. Los reclamos, claro está, recaerán sobre la asociación madre del fútbol mundial, y con la serie de conflictos que eso generaría, es preferible evitar de antemano resquebrajamientos que se generarían en las diversas alianzas tejidas alrededor de FIFA.
Por otra parte, la reticencia de Blatter puede ser explicada por una razón más sencilla: en caso de que las principales figuras mundiales animen el fútbol olímpico, se generarían cientos de millones de dólares por publicidad y derechos televisivos de los cuales la FIFA no recibiría ni una pizca, además de que esta suerte de “segundo mundial” opacaría la actual Copa del Mundo.
El motivo de este tipo de conductas, una vez más, puede encontrarse en las cuentas bancarias de unos pocos popes. Como si les hiciera falta.
Publicado el 17/04/08 por Juan Uriarte en Hoy Día Córdoba
miércoles, 16 de abril de 2008
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3 comentarios:
Con respecto a lo de Sergio Aguero, estimado amigo le comento que el Atletico de Madrid nunca puso una traba para que vaya a los juegos olimpicos.
Lo demas muy bueno.
odio el futbol
pero lo de rial estuvo genial!!!
muy bueno!
jajajajaaaa
y que no se olviden de polino che!
saludos
pase por lo uribe a tomar una caña!
avisale al Boss que Pan y Queso tiene competencia! jeje..
besos
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