Colectivos llenos. El febril ritmo de la terminal de ómnibus cordobesa lo muestra claramente: los jóvenes que poblamos con estudiantil presencia Gran Córdoba, partimos.
La Rioja, Jujuy, Salta, La Pampa o Catamarca, por citar algunos, son los carteles indicadores de los vehículos que mayor cantidad de chicos transportan de regreso a sus provincias.
De esta manera, con la mayoría de los chicos y chicas que vivimos en Córdoba de vuelta en el pago, esta columna dejará de hacerse presente viernes tras viernes.
Sin embargo, el año que viene, para tedio de algunos y alegría de otros, este cronista volverá a requerir de su tiempo para llevarlos de paseo por la mediterránea ciudad, y así conocer un poco más a ese gigantesco y heterogéneo grupo que nos congratulamos en llamar “la changada en Córdoba”.
Pasaron parciales y finales. Pasaron partidos y reuniones. Estudiantes primerizos dejaron de serlo y otros tantos terminaron sus carreras. En paralelo, marcando el proseguir continuo de nuestros días, el 2007 se dispone a pasar también.
Con el año dando sus últimos y acalorados pasos, la changada catamarqueña se encuentra de nuevo en el terruño con el fin de descansar junto a los suyos.
Muchos disfrutarán de un largo receso luego de haber tenido excelentes desempeños académicos; otros, seguramente, partirán a inicios de enero para ponerle el pecho al incipiente 2008, con más dedicación ante los libros. Uno que yo sé estará iniciando su enésima carrera (al que le quepa el sayo que se lo ponga). Otros tantos, también, vendrán a pasar las fiestas para luego regresar a cumplir con sus compromisos laborales.
Todos, sea el tiempo que sea, volveremos a experimentar ese alivio tan reconfortante que es sentirnos en casa, en nuestro hogar. La certeza de saber que al pegar la vuelta estarán aquellas personas y lugares que cuando estamos lejos tanto añoramos; son un reconfortante sin igual para el alma y el corazón. Esta tierra nuestra “a la que llorando dejamos un día” siempre nos espera y nos acoge en sus brazos como una madre serena. Las realidades serán distintas y habrá quienes disfruten en mayor o menor medida el retorno, pero lo cierto es que Catamarca, con todo lo que falta por hacer en ella, es y será nuestra cuna, nuestra matriz.
Por eso, siempre estaremos volviendo…
Patxi Uribe
sábado, 29 de diciembre de 2007
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3 comentarios:
Hola Patxi!!
Si hay algo que NO extraño de mi antiua vida en Cordoba, es ese interminable devenir entre la docta y la comarca en esos estrechisimos coches que hacian incomodar a mi humanidad talla 1.86
Lindo escrito... revolvio el guiso de mis nostalgias che...
Vos sos el que fuiste un toque con Paco a la cena de finde año de la Agrup de Montaña Calchaqui?
Bueno... mañana tengo ascencion a el ancasti(el cerro, no es que me den otro puesto en el diario jaja, en el cual no trabajo lo digo de paso jaja) en miras a nuiestra incursion de verano a la cordillera.
te dejo un saludo che
felicidades!
chau!
Una tema frecuente en el cancionero argentino es la exaltación del pago o solar natal. Y sólo el que ha viajado mucho puede entender en su justa medida esa bella definición del pago, como esa tierra "a la que llorando dejamos un día"…
Volver a casa.. igual creo que no nos vamos.. son las cosas lindas del camino.
En fin, y para terminar con mi comentario, lo bueno del encargo de leer esta nota en el diario es que he vuelto a leerla acá con renovado placer. Te felicito! Me gustó! Es una alegría inmensa poder ver como vas evolucionando, innovando, por así decirlo, con todos tus proyetos. Saludos desde el otro lado de la frontera. Je! FELIZ AÑO NUEVO!
Ey!
patxi...volve!
saludos!
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