viernes, 19 de octubre de 2007

El ejemplo de "Chucky"


No teman, no se hablará aquí del muñeco diabólico. Tan sólo nos referiremos acerca de Ángel Marcos Romero, catamarqueño de 28 años al que, en su infancia, recibió el curioso apodo de “Chucky” por su similitud con el terrorífico personaje hollywoodense.
Sin embargo no es su sobrenombre el motivo de esta “Changada”, sino el modo en que Marcos lleva adelante su vida en Córdoba. “Para mí, la única forma de poder estudiar es trabajando”, nos dice, y es justamente esa actitud y ganas de crecer lo que queremos destacar.
“Chucky” relató que “vine hace 6 años a estudiar, a hacer un curso de despachante de aviones, pero cuando se dio la devaluación se cerraron todas las puertas. Había que ir a Buenos Aires, pero ya no me daba económicamente como para irme”.
Al no poder trabajar en lo que se había propuesto, no se quedó de brazos cruzados, e inició la tecnicatura en óptica y contactología que actualmente realiza. Paralelamente, siempre trabajó en diversos lugares, y hoy lo hace en uno de los locales de venta de “chucherías” de todo tipo que hay en la terminal de ómnibus de “la Docta”, con lo que se ayuda a solventar tanto sus estudios como el lugar donde vive, un departamento en el colorido barrio de Alberdi, a pocas cuadras del estadio de Belgrano.
Mientras atendía a una clienta que buscaba un puntero láser, Marcos comentó: “Hay muchos chicos estudiando que tienen la posibilidad de que los padres los mantengan y entonces tienen mucho más tiempo para dedicarse de lleno a la carrera; tienen la posibilidad de poder estudiar más tranquilos, sin cansancio”. Pero la reflexión no termina allí, y luego de entregar un vuelto dijo: “Trabajar es muy gratificante. A esta tarea la venía haciendo desde hace mucho tiempo en Catamarca. Te sentís bien porque ya no sos una carga para tu familia. Yo trabajo todos los días del año, todos. Feriados, sábados, domingos, y a Catamarca me voy cuando puedo, en mis vacaciones, o para Navidad”.
Al parecer, esas largas ausencias no durarán mucho más, o por lo menos eso es lo que anhela este “Chucky”, que es todo lo contrario a la maldad: “Quiero terminar rápido y volverme a Catamarca, para poner algo allá. La carrera que hago está buena, y se pueden hacer cosas muy buenas también. Allá hay mucha gente a la cual se puede ayudar”.
De todo modos, tan apurado no está: “Voy despacito, algún día me voy a recibir”.
Metele tranquilo “Chucky”, tu tierra siempre te va a esperar.


Patxi Uribe

1 comentario:

Anónimo dijo...

nuevamente me ecuentro aqui escribiendo unas pequeñas lineas para contarte el gusto que me dio leer este artículo. por mi parte es una satisfacción ver como vas dando tus pasos en relación a lo que vos tenés ganas de hacer. me gusto mucho lo que acabo de leer. un abrazo grande y que mejores (no sólo en ésto sino tmb con tu malestar je)