jueves, 12 de junio de 2008

Conversaciones

Señoritas, señoras y señores, a continuación les transmito, en forma totalmente gratuita, este texto.
Me lo mandó un tal Diego (o al menos así se hace llamar). Que lo disfruten:

No quiero detenerme en muchos detalles. Fue hace unos días, por la mañana, hacía frío y los cinco nos reunimos en círculo, parados en el medio del patio, balanceándonos de un lado a otro, tratando de que ese mínimo rayo de sol nos calentara un poco el cuerpo. La charla fue saltando de un tema al otro, como cualquier charla entre amigos. No sé quien fue, pero alguien hizo el comentario sobre el acto en Rosario, sobre la estatua del “Che”, sobre el aniversario. Empezamos a recordar: “¿se acuerdan cuando se cumplieron los treinta años de la muerte? Había marchas por todos lados, todas las paredes que pintamos; ¡cuando vino Clinton! ¿Se acuerdan cuando vino Clinton?”, dijo Marcelo, “como ligamos ese día, había policías por todos lados, nos dieron sin asco. Y nosotros pensado que Clinton estaba asustado por la cantidad de estudiantes que éramos…el tipo seguro que ni se enteró”. Nos empezamos a reír, no sabíamos de qué, o quizás sí, pero nos reíamos. “Ahí fue la primera vez que recibí un balazo de goma” dijo Ariel. Seguimos hablando de otras cosas. Walter, que estaba callado hasta el momento, volvió sacar el tema, pero desde otro punto de vista: “las minas que nos levantábamos después de mostrar las heridas”. Volvimos a reír, y nos acordamos de cuando participábamos de las tomas de las facultades, de cualquiera, no importaba, ese era el lugar ideal para conocer a chicas, a las de psicología, a las de sociología, ahí a la noche, durmiendo en el piso, algo te tenía que tocar…salvo si eras el boludo que le tocaba hacer seguridad. “Bueno”, dijo Christian, “pero también teníamos la idea de cambiar las cosas…” todos nos cagamos de risa, “si, tenés razón… ¡¿pero como levantábamos minas?!” dijo Jorge mientras no paraba de reírse. Otra vez salimos del tema y charlamos sobre las materias, el fútbol y así saltando de tema en tema, y sin dejar de movernos para no congelarnos. Walter volvió sobre el asunto: “¿vieron que salen micros desde la facu? ¿Ustedes van? Nosotros tres salimos el jueves”. Por supuesto que íbamos a Rosario, todos nos estábamos dejando la barba hace un mes. Ariel hizo el comentario sobre las canas de nuestras barbas y nuevamente volvimos a estallar con las risas. Creo que fue Jorge, si fue Jorge, quien lo dijo: “¿vieron que ahora cumplimos con todas las características para morir en un enfrentamiento?” “¡¿Qué?!”, dijimos todos a los gritos. “Y claro, si nos matan de un balazo cumplimos con todos los requisitos para que hablen bien de nosotros. Miren, somos maridos, somos padres, tenemos amigos que dirán que éramos buenas personas…cumplimos con todos los requisitos para ser de los que mueren por una bala perdida o por la demencia de algún policía que te caga a golpes hasta dejarte duro en el piso”. Silencio. Silencio. Silencio. “Para mí, la última piedra que tiré con la gomera fue en la plaza de Mayo, en el 2001, de ahí, no tire más”, dijo Christian. Seguimos hablando de otras cosas, no recuerdo bien el orden, pero casi todo el tiempo era de minas. Después de un rato les conté lo que había visto viajando en tren. En uno de esos viajes que hacia desde Constitución a la La Plata para cursar la carrera, en una pared llegando a la estación de Tolosa, habían escrito el famoso lema “El Che Vive”. A los pocos días, alguien con otro aerosol había escrito por debajo del graffiti: ¿A dónde? Después de ese día, siempre miraba la pared esperando que alguien respondiera la pregunta, pero en cuatro años nadie se había animado, o simplemente no sabía.
El aula que necesitábamos estaba abierta, no fuimos rápido porque el frío era terrible.
El jueves nos iremos con las barbas canosas y le preguntaremos a alguien más joven. Quizás sepa.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Este relato trajo a mi mente alguna que otra conversación de pasillo de la facultad a la cual asisto.. pero lamentablemente solo de vez en cuando.. ya no se discute, ya no se opina.. no hay capacidad de critica, y eso que es una facultad de política!

Me gustó lo que leí! Uribe, dejale mis Saludos a Diego.

Anónimo dijo...

muy cirto diego. ya no se discute, no solo en la facultad porque a eso no lo vivi pero creo qe asi no fue. hoy todos tibiecitos que se quejan pero a la hora de bifes quien? o a caso, cuantos estan en descuerdo con lo que hace el gobierno hoy? la mayoria, sin embargo, cuantos apagaron las luces hicieron ruido o algo ayer? muy muy pocos...
gente reaccione carajo!

patxi! muy bueno blog lo leo siempre...
nos vemos viejo

www.astn.tk